La mirada oblicua de Berna Wang me trae hoy voces y sonidos familiares. Los de mi corrala, los que se cuelan por la ventana de mi casa. No es Lavapiés el Pasadizo de Cervantes, ya me gustaría, pero, para mí, es igual de especial.
Lavapiés (1)
Abro la puerta y la corrala huele
a vainilla, cilantro
y cebolla.
Oigo una conversación que es un murmullo
en una lengua que desconozco.
Por cierto, feliz Día del Libro. Larga vida al libro.
Me has recordado a mi etapa de Madrid. Una amiga vivía en una corrala en la calle Jaen, ya por aquel entonces no estaba muy bien conservada.
Saludos,
JP
http://historias-de-jp.blogspot.com
Me encante tu corrala, tu casa, tu cama, tu cafetera, tu sofá, tu super armario, con tu super ropa que siempre estoy dispuesta a robar,….
En fin a ver si tengo la suerte de disfrutarla otro día y poder salir un domingo por la mañana y disfrutar de la ciudad al sol.
Eres genial.